Con el pasar del tiempo y la transformación de la sociedad, se han generado nuevas actitudes y habilidades con la finalidad de integrar y ofrecer una educación altamente innovadora, con valores, con ética, con visión humanista, responsables de un desempeño eficaz y eficiente dentro de los procesos de enseñanza aprendizaje. Esta transformación sin lugar a duda infiere directamente en la creación de espacios organizacionales dirigidos a los individuos dentro del campo laboral y el trabajo en equipo. Logrando una combinación socio- tecnológico en pro del país y los procesos colaborativos.
Levy-Leboyer (1997), infiere que existen tres formas de adquirir y desarrollar las competencias:
· En la formación previa, antes de la vida activa y fuera del contexto del trabajo.
· A través de cursos de formación continua, durante la vida activa.
· Por el ejercicio mismo de una actividad profesional.
La autora argumenta que las experiencias obtenidas de la acción y los procesos de enseñanza, ocurren en la forma como el individuo asuma su responsabilidad ante situaciones oportunas, de manera que los acontecimientos, los incidentes o los proyectos son circunstancias necesarias para el mantenimiento y el desarrollo de las competencias. Por otra parte establece que hay diferencias entre la formación y el desarrollo, indicando que el desarrollo es la evolución lógica de la formación. Es por ello que refiere que uno de los elementos clave para el desarrollo de competencias es el de la experiencia y de allí procede su objetivo final conocido como aprender a aprender.
Tobón (2006), propone las siguientes topologías de competencia; enumeradas de la siguiente manera:
· Las competencias como saber hacer y hacer: que se refiere a la capacidad para hacer entendiéndose de dos maneras distintas: “como una capacidad potencial que posee el sujeto para hacer algo y como la ejecución de esta capacidad en una actividad concreta”.
· Las competencias y el saber instrumental: Se dijo que saber hacer algo es conocer y aplicar los procedimientos para realizar ese algo. Por consiguiente, se puede decir que “saber hacer es un saber procedimental”.
· Las competencias y el saber técnico: los procedimientos, se expresan en forma de reglas o normas de acción. “Si tenemos un cuerpo organizado de reglas para producir algo, decimos que esto constituye una técnica”.
· Las competencias como actividades técnicas: las reglas señaladas antes son de carácter técnico, sirven para hacer algo, para producir algo como resultado de la acción; pero “los comportamientos morales no constituyen competencias”, porque no implican la producción de algo externo al mismo comportamiento.
Se entiende por competencia; “La capacidad individual para emprender actividades que requieran una planificación, ejecución y control autónomos” (Federación alemana de empresarios de ingeniería, 1985). Es por ello que el autor organiza las diversas formas de competencias para lograr capacidades potenciales que posee el sujeto para hacer algo, aplicar los procedimientos para realizar ese algo, organizar las tareas para poner en práctica las técnicas estudiadas y producir resultados en acción. Así como también la capacitación se refiere al grado de preparación, del saber hacer, de los conocimientos y la pericia de una persona tiene para lograr los resultados del mismo.
Por otra parte el reglamente del ejercicio de la profesión docente en su artículo 2 y 3 reza lo siguiente:
Artículo 2: Se entiende por personal docente, quienes ejerzan cualesquiera de las funciones señaladas en el artículo 77 de la Ley Orgánica de Educación, bien sea en la condición de personal ordinario o de personal interino. Asimismo, se entiende por profesional de la docencia a los que se refiere el aparte de ese artículo. Quienes posean títulos profesionales docentes obtenidos conforme al régimen de la Ley de Educación anterior, conservarán el derecho a ejercer la docencia en la misma forma que les garantizaban las normas derogadas, según lo dispuesto en el artículo 139 de la Ley Orgánica de Educación.
Artículo 3°: Este Reglamento se aplicará a quienes ejerzan la profesión docente en funciones de enseñanza, orientación, planificación, investigación, experimentación, evaluación, dirección, supervisión y administración, en el campo educativo, con excepción del nivel de educación superior.
Estos artículos son relevantes para la conformación de ambientes de trabajo logrando la participación y convivencia entre las instituciones y la comunidad. Es por ello que hoy por hoy el docente es un facilitador, orientador y asesor de los conocimientos que el estudiante desea adquirir en pro de la construcción de su propio aprendizaje. Aprendizajes que van de la mano con la tecnología.
Los momentos de la clase pueden estar definidos de diversas formas; algunos autores suelen llamarlos: inicio, desarrollo y cierre. Para el caso de esta autora citada, menciona a los momentos según las diferentes estrategias que aplicara en función a los objetivos propuestos, que guardan estrecha relación con los procesos mentales. Las estrategias preinstrucionales; son aquellas que se emplean para ofrecer una introducción relacionada al tema con el objetivo de lograr la motivación, establecer el propósito y el interés sobre la actividad a desarrollar de forma preliminar.
Las estrategias coinstruccionales; en esta fase se encarga de procesar la nueva información por medio de ejemplos, aplicar las estrategias de aprendizaje y poner en práctica las estrategias de aprendizaje, de manera que el participante logre organizar sus ideas para crear, diseñar, ejemplificar cierta actividad.
La estrategias postinstruccionales; en esta última fase que corresponde al cierre o final de la clase, se transfiere, resume, y asume cada participante con el objetivo de internalizar los conocimientos transmitidos por el facilitador, con el fin de lograr su propio aprendizaje significativo.
Referencias Bibliográficas
· Tejada Fernández y Navío Gámez. (1997) El desarrollo y la gestión de competencias profesionales: una mirada desde la formación. Grupo CIFO, Universidad Autónoma de Barcelona, España Revista Iberoamericana de Educación.
· Tejada Fernández (1999). Acerca de las competencias profesionales (I), núm. 56 (pp. 20-30) y Acerca de las competencias profesionales (II) 57 (8-14)
· REGLAMENTO DEL EJERCICIO DE LA PROFESION DOCENTE. (Decreto N° 1.011 de fecha 4 de octubre de 2000). Gaceta Oficial N° 5.496
· Díaz Barriga, F. y Hernández, G. (1999) Estrategias docentes para un aprendizaje significativo. Una interpretación constructivista. México:Mc Graw Hill.
